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16. ¿Está el enemigo? Que se ponga

Me he vuelto a enamorar, y es una faena, porque es un amor imposible, al menos en lo físico, aunque quizás este sea un amor de esos duraderos, porque no depende de algo tan efímero como un cuerpo, mi amor se llama: DON MIGUEL GILA.

 

Acabo de terminar de leer su biografía, una de las muchas que tiene, y he alucinado con su vida, no puede empezar más abajo, más sencilla, más austera, y no puede acabar más arriba, más tejida, más llena.

"Me llamo Miguel Gila Cuesta,

hubiera querido nacer en Logroño,

pero como mi madre vivía en Madrid,

me pareció que era hacerle un feo."

 

 

 

Criado por sus abuelos, y por el sufrimiento de no conocer a su padre y muy poco a su madre; dicen que la mejor manera de superar algo, es reírse de ello, y en eso por lo que he podido entender en el libro, Gila era de los mejores, porque hizo de unos abuelos el verdadero amor, y de la dificultad, una buhardilla y la observación, hizo el talento.

 

A  menudo creemos que aquel que ha alcanzado el éxito es porque ha tenido suerte, porque ha tenido el camino más fácil, o porque  siempre lo ha tenido claro, el típico "claro, porque tu has nacido para eso", pero yo creo que la mayoría de la gente tiene que recorrer una serie de dudas y toma de decisiones hasta llegar a encontrar su lugar, Miguel es un ejemplo de eso:

 

De futbolista a humorista, pasando por militar.

(y por otros cuantos trabajos más que no quedaban bien en la frase)

 

¿Cuántas personas en la historia de la humanidad habrán sobrevivido a un pelotón de fusilamiento?

POCAS, MUY POCAS.

¿Cuántas personas en la historia de la humanidad acaban triunfando riéndose de ese fusilamiento?

MENOS, MUY MENOS.

 

Ese puede ser buen resumen de lo que es Miguel Gila.

 

"No sé si mi humor sirve para algo,

una vez Adolfo Marsillach me dijo que sí,

que aunque solo sirva para media hora, 

lo que hacemos sirve de mucho, 

yo sigo con mis dudas."

 

 

Si me lo permites, ya te contesto yo maestro:

Reírnos sirve para mucho, para todo, reírnos de lo serio le quita el superpoder de "importante" que lleva adjunto, reírnos de lo que nos da miedo lo acerca a nosotros, le quita valor a lo malo, lo humaniza, reírnos nos une, con alguien que te ríes te sale abrazarte, no pegarte, reírnos nos hace volar, olvidar, mientras ríes es imposible que estés pensando en algo malo, reírnos nos salva de la dictadura de lo negativo.

 

Pero hasta esas dudas nos sirven de luz, porque hay muchas veces que los que nos dedicamos a esto dudamos igual que tu (al menos yo) de la necesidad de nuestro trabajo, de cual debe de ser el sentido de nuestra comedia, de hasta donde llegar con ella, muchas veces dudo de si quedarme en bufón o ir más allá, de si ser puro entretenimiento o hacer que las mochas empiecen a discurrir un poco más, supongo que las dudas son parte del camino, y si tu tenías dudas, pues imagínate aquí el manchego...

 

"Es más sencillo  hacer llorar que hacer reír.

Hay más público preparado para el llanto,

la propia vida ya nos prepara para ello."

 

Gracias Miguel por las risas, gracias por abrir el camino, por los dibujos, por el análisis, por hacer el humor cuando la cosa estaba más fea, por las películas, por ayudarnos a reírnos de la guerra, gracias por tu inteligencia para saltarte la censura, gracias por no olvidarte de tu tierra, GRACIAS!!!

 

"Debajo de la boina de cada cateto hay un filósofo escondido,

esto lo sé porque soy un cateto más."